El museo del mar está situado en Alcabre, en lo que fue una fábrica de conservas, reutilizada después como matadero.
El edificio, obra del gallego Cesar Portela y del italiano Aldo Rossi, muy bien integrado en su entorno, me parece magnífico.
Caminar por las pasarelas, asomarse a las ventanas, auténticos miradores en los muros de granito, respirar ese mar,...todo invita al reposo, a la serenidad y a la contemplación.
Pero además, tiene mucho que ver.
Exposiciones permanentes, como "25 siglos de Oceanografía", el cachalote de Sanxenxo (el esqueleto de una hembra de 10 metros de longitud y 20 toneladas de peso), "La conquista del mundo submarino" etc.
Exposiciones temporales, actualmente " ¿Acuicultura? Descúbrela " que incluye también talleres infantiles y actividades gastronómicas. Estará hasta septiembre.
El acuario, pequeño pero entretenido, con estrellas de mar, peces, esponjas, erizos...nos enseña el ecosistema de nuestras costas, rías e islas.
Un yacimiento arqueológico ubicado entre los dos conjuntos de naves, que se puede visitar gratuitamente.
Y para rematar la visita, nada mejor que sentarse en la terraza del restaurante Room, disfrutando así de la unión de paisaje y gastronomía.
Como dice Cesar Portela, el museo es "...unha constelación de sitios que fai posible que cada visitante poida atopar o seu propio..."
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